
El “Capitalismo” y la “Bolsa de Valores” se han enamorado. Se complementaban al extremos y decidieron casarse para poder en un futuro compartir sus bienes materiales.
Se amaban tanto que querían tener un hijo. Fue así como la “Bolsa de Valores” puso su cuerpo y tras nueve meses, parió de cola a su primer hijo: “El Consumismo”.
“El Consumismo” fue creciendo desmedidamente ante el orgullo de su papi “Capitalismo” y de su mami “Bolsa de Valores”. Cuando el pobre “Consumismo” se aburría, su mami lo llevaba a jugar a la plaza donde conoció a sus dos mejores amigas: “La Industria Cultural Mediocre”, una nena malvada con cara de buena, y a la “Moda No Utilitaria”, que parecía buena pero era re careta.
Así fue como el “Consumismo”, la “Moda No Utilitaria” y la “Industria Cultural Mediocre” se hicieron grandes amigos.
“El Consumismo” fue creciendo desmedidamente ante el orgullo de su papi “Capitalismo” y de su mami “Bolsa de Valores”. Cuando el pobre “Consumismo” se aburría, su mami lo llevaba a jugar a la plaza donde conoció a sus dos mejores amigas: “La Industria Cultural Mediocre”, una nena malvada con cara de buena, y a la “Moda No Utilitaria”, que parecía buena pero era re careta.
Así fue como el “Consumismo”, la “Moda No Utilitaria” y la “Industria Cultural Mediocre” se hicieron grandes amigos.
Se la pasaban todo el día juntos, hasta iban a la escuela, donde conocieron a un nuevo compañerito: “El Pensamiento”, que se hacía el complicado, entonces el “Consumismo” y sus amiguitas, decidieron dejarlo de lado.
Con el correr del tiempo empezaron los problemas y las diferencias entre los amigos. La “Moda No Utilitaria” se enganchó una enfermedad típica para ella: la anorexia, y encima con un fresquete se le complicó y derivó en una ansiedad por la exposición mediática. ¡Pobre la Moda! Parece que su vida siempre es corta, porque entre modas se envidian mucho y siempre se pisan las cabezas.
En cambio la “Industria Cultural Mediocre” no se enfermó, pero se enamoró de un intelectual. Esto le dio mucha rabia con ella misma, porque le hacía acordar a su compañerito discriminado, el “Pensamiento”, entonces por no traicionar a su naturaleza, prefirió suicidarse clavándose una pieza de Mozart en el corazón. ¡Qué paradoja, qué tristeza!
“Consumismo” quedó solito el pobre, con su mamá “Bolsa de Valores” y con su papá “Capitalismo”, quienes decidieron darle un hermanito para sanar su sentimiento de soledad. Después de nueve meses, las cosas se complicaron y fue el Doctor Don “Frivolidad de la Imagen” quien tuvo que darles la mala noticia: La señora “Bolsa de Valores” había dado a luz a unos mellizos bobos: “Los Celos”.
Estos mellicitos eran muy inseguros y posesivos. Se disputaban el control de todo y hasta llegaban a celarse entre sí.
La familia entró en Crisis: La señora “Bolsa de Valores” empezó a caer en un pozo y su marido el “Capitalismo” apostaba todo para levantarla de la Depresión, pero nada resultaba.
Con el correr del tiempo empezaron los problemas y las diferencias entre los amigos. La “Moda No Utilitaria” se enganchó una enfermedad típica para ella: la anorexia, y encima con un fresquete se le complicó y derivó en una ansiedad por la exposición mediática. ¡Pobre la Moda! Parece que su vida siempre es corta, porque entre modas se envidian mucho y siempre se pisan las cabezas.
En cambio la “Industria Cultural Mediocre” no se enfermó, pero se enamoró de un intelectual. Esto le dio mucha rabia con ella misma, porque le hacía acordar a su compañerito discriminado, el “Pensamiento”, entonces por no traicionar a su naturaleza, prefirió suicidarse clavándose una pieza de Mozart en el corazón. ¡Qué paradoja, qué tristeza!
“Consumismo” quedó solito el pobre, con su mamá “Bolsa de Valores” y con su papá “Capitalismo”, quienes decidieron darle un hermanito para sanar su sentimiento de soledad. Después de nueve meses, las cosas se complicaron y fue el Doctor Don “Frivolidad de la Imagen” quien tuvo que darles la mala noticia: La señora “Bolsa de Valores” había dado a luz a unos mellizos bobos: “Los Celos”.
Estos mellicitos eran muy inseguros y posesivos. Se disputaban el control de todo y hasta llegaban a celarse entre sí.
La familia entró en Crisis: La señora “Bolsa de Valores” empezó a caer en un pozo y su marido el “Capitalismo” apostaba todo para levantarla de la Depresión, pero nada resultaba.
“Los Celos” destruyeron todo por su posesión y su manía de controlar. “Los Celos”, los hijos bobos del “Capitalismo” cayeron en la propia trampa de sus padres: pensar que todo se puede comprar y poseer, pensar que los sentimientos y las personas pueden ser propiedad, cayeron en la trampa de pensar que todo puede cotizar en el vientre de mamá.
jajajaja yo ya lo había escuchadoooooooooo, jaja soy una privilegiada que sabe antes de tiempo lo que se está por publicar. Te repito: ESTA BUENISIMO. Un beso grande
ResponderEliminarNanny
Bárbaro.
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