Pasaron ya cinco años en que decidí volver a empezar. No es fácil pagar los costos de haberse enamorado de la persona equivocada, de una persona que en definitiva también me amó. Hay momentos en que tenés que sufrir realmente para darte cuenta que con amor no se soluciona todo ni alcanza. El quiebre fue ese día en que, como en una novela, me enteraba que él se casaba con la mujer que tanto decía despreciar. La hipocresía fue tan notable y tan profunda que no sabía si llorar o empezar a odiarlo. Fingí estar descompuesta. Necesitaba salir del trabajo urgente. Caminé las 19 cuadras que me separaban del departamento en el que vivía. Entré, saqué el teléfono y simplemente lo llamé y le pedí que no se case, Le dije que lo amaba, que sabía que él también me amaba y que todo esto lo hacía por culpa, por haber lastimado a la mujer que le había dado una hija. Él estaba distante, frío, como mecanizado. Como predeterminado a hacer algo que tenía que hacer. Ese viernes no trabajé. Junté mi ...
Nuestras miradas viven en perfecta alianza y comunión, más allá de cualquier pasión afrodisíaca. Con eso yo alcanzo la luz, alcanzo tu piel y tu sonrisa perfecta, transparente y sincera. La única verdad es que te amo y aunque no sea fácil decirlo es la única confesión que me hace libre hoy y siempre. La única verdad es que necesito reírme cuando presiento que buscas cautivarme y te siento frágil. Me río con ganas cuando buscas conquistarme, sin saber que te amo desde el día en que descubrí la tristeza en esa energía llena de violetas y trinos. Soy La Cautiva, soy Morella en un libro de Poe, soy Frida sin sufrir, soy Alfonsina sin su mar, sin la última llamada, soy el amor y los demonios, soy el tiempo ganado, soy todo lo que quieras que sea, porque quiero que seas feliz. Soy la debilidad, la fortaleza que contiene tus ríos, tu risa perfecta, tus pensamientos desordenados, y así, vamos creciendo y vamos andando con el ritmo de una murga bien entrerriana que nos va ma...