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Y a esa hadita se le cayó una lágrima y no entendía que su tristeza se haga carne y la saque de su magia. Y a esa hadita se le apagaron las alas y se quedó sentadita en un árbol, protegiéndose del sol que la lastimaba. Y sin derecho le lastimó las alas, y sin derecho le rodó esa lágrima real en un mundo de fantasías. Se chocaron esos mundos, se chocaron y se hicieron astillitas que se le clavaron en los pies. Entonces se arrastró hacia el árbol, se cubrió de hojas, miró hacia el sol y gritó… No me hagas daño, sólo me quedan mis lágrimas… que son tuyas…

Me desperté hada blanca, casi transparente en un sueño blanco y empecé a reir hasta que me tembló el cuerpo, y empecé a caer hasta que me dolió el cuerpo. Soy tu princesa agónica que espera esa noche y que sueña con bailar en un vestido de arcoíris. Y bailando despacio, voy girando en mis pies hasta estar a tu lado. Mi vestido se pega a mi cuerpo lleno de cielo mientras dos hadas rosas me revuelven el pelo; ponen florcitas de adorno y me pintan la cara de polen. Entonces me acerco cantando bajito, como la princesa que duerme pero no sueña. Soy tu princesa que sueña despierta cuando no duerme; la que enloquece tu pelo, la que lame tu boca y aspira tu risa. Hoy me desperté hada blanca y no sentía la brisa, atrapada en un sueño de cielo y flores. Hoy me desperté princesa que besa pasiones ajenas, que cierra sus duelos y pasea en pestañas de puente… hasta llegar al cielo...

Quiero hacer un caminito de confites y pasear con vos sin saber cuál es la meta, sin hacer futurismos de novela, porque no salen bien, ya lo sabemos. Mejor dame tus manos calentitas en esa noche tan fría, reíte mucho con esa sonrisa amplia y esa mirada perdida que te inspira a hablar en serio. Mirame fuerte como vos sabés, con esas lentejuelitas en pleno invierno me das calor. Estaba todo ordenadito, todo sellado al vacío y yo tan contenta controlando todo. Me sentía la reina de todo lo estático y lo racional. Pero cuatro cuerdas mediaban a esa dicotomía del sentimiento. Te quiero y te odio. Vení pero andate. Puedo sola pero te busco. Te pienso cuando no quiero sentirte, y porque sentí he dejado de pensar. Me sacaste la corona de lo racional y fuimos a pasear al caminito de confites, en hamacas de alfajores, toboganes que dan musiquita en la panza. Pude sacarte una máscara en venganza y recuperé mi corona, pero cuando nos dormimos vienen ellas a arruinarlo todo y nos pintan cuadros rar

Ella cerró las puertas, corrió las cortinas y le sirvió el café. Le alcanzó su taza que luego rompería contra el suelo. Ya con las luces bajas y el calorcito en la panza se sentaron en el piso y se amaron. Él cerró los ojos y disfrutó de ella, de su suavidad para amar y del salvajismo de sus palabras. Ella abrió su alma, él cerró su boca. Ella quería abrirle el pensamiento, aspirarle el sentimiento y él susurraba: “De a poco…” Ella vió la muerte de cerca; le tuvo miedo; sintió un escalofrío en la nuca y cerró sus puños como desafiando a una pelea. Ella pensó en un mañana, en que tal vez no haya un mañana y necesitó decirle esas palabras… Él se sorprendió. Miró las ventanas, los puños de ella. Recorrió el piso con la mirada, ese piso donde había amado con suavidad. Ella temblaba. Él la tomó de las manos y le dijo: “Yo no…”

Algunos problemas cotidianos como que se tape el inodoro, que haya mucha cola en el super, que se te enganche la media cuando estás a punto de salir o que se te irrite el bozo con la depilación, no se comparan con el gran problema de no conseguir un novio, un hombre de verdad. Y soy consciente que no soy la única a la que la acoge este problemón, por eso decido hacer este decálogo con la simple intención de levantarnos el ánimo. Es como levantar la cabeza, fruncir la panza y empezar a caminar con una sonrisa. Punto Nº 1: No tener novio evita la obsesión por el teléfono: Cuando estás sola no tenés que estar pendiente que el teléfono suene, ni que llegue un mensaje, pues nunca llegará, asique relajate! Punto Nº 2: Podés usar tu tiempo como quieras: Sin pareja una puede organizar sus fines de semana como quiera. No tenemos que esperar a ver si “el novio” tiene planes que nos incluyen o no. Y encima, si nos incluyen, corremos el riesgo de que nos dejen plantadas. Punto Nº 3

Contengo el aire en mis pulmones. Siento el agua y sus burbujas acariciándome todo el cuerpo como hacía tiempo no lo sentía. Abro los ojos y no se ve nada, pero no me desespero, sólo disfruto el zumbido en mis oídos, ese zumbido aislante que me hace sentir la única criatura con vida en tu ecosistema. Salgo a la superficie y abro la boca como para recibir ese beso, y siento el aire, siento la vida en mi boca y la saboreo. Siento sus mieles, siento la vida dulce en mi boca. Tomo aire y respiro. Me siento a mi lado, fumando despacio, femenina, y en ese instante que separa a un mundo desordenado e ilógico, casi irreflexivo, vienen tus recuerdos, que empiezan por quitarme el aire, por enredar mi pelo con la naturaleza, mi pelo en las raíces de un árbol que me aplasta. Reacciono dándole una pitada al cigarrillo. Juego con mis pies en el pasto que me hace cosquillas mientras una hormiguita rodea mi tobillo. Me siento única pero soy parte; soy u

Empiezo por confesarte mi pecado, me río en tu cara de mi pecado, me río a tus espaldas de tu idiotez. Empiezo a acercarme despacio como un animal nocturno, a lamerte la lujuria. Me muevo como un gato en la noche para despertar tu lujuria. Finjo placer y disfruto el pecado. Despierta tu ira, te enferma tu ira que nace en mi cuello entre tus manos, en tus ojos enfermos de ira. Me inquieta la pasividad de tu gula que te funde en lo estático; en tu nulidad varonil, y eso genera mi ira, mi burla. Y ahí, engendrando basura en tu cama codicias mi cuerpo que se mueve lento, haciendo olas en tus sábanas. Codicias mi cuerpo como nadie, querés gobernar mi mente sabiendo que es imposible y eso me hace inalcanzable. y me muevo despacio para despertar tu pecado. Empiezo por pecar con vos, y con todos, para que envidies mi pecado y me desees aun más. Envidiame el pecado y envidiame la risa que me da verte ahí, inerte, asqueroso. Escupo tu soberbia que te hace único, sólo por eso. Lo esquivo y me acu

__La luna venía saliendo de la tierra como una llamarada redonda. Mirá, te lo juro por la bruja y todos los gurises… parecía una llamarada redonda ¡que lo parió! __ Pero vos… ¿Vos no habrás estado chupau? __Por la virgencita de Itatí y por San rocamora, fundador de estas pampas, te lo juro! La cosa fue así: Yo venía de la caldera en la chata, y en eso lo veo a Don Del Valle, haciéndose el chancho rengo mientras me pispiaba las vacas. Y ahí nomá lo saludo, pa que vea que acá hay un hombre. La cosa es que me entro pa las casas a escuchar al Lany Hanglin, que está acá, en la radio “Amaneciendo”, desde que lo rajaron de “Continental”. Bue... me tomo el mate cocido con el sanguchito de queso e pata y panza llena corazón contento, salgo como alma que se la lleva el diablo, cuando veo un resplandor, como una lú que me achicharraba lo ojo. Te digo la verdá, pensé que era la lú mala, pero eso se ve de noche, no al pleno mediodía. Asique como buen entrerriano que soy, no arrugué, cua

El “Capitalismo” y la “Bolsa de Valores” se han enamorado. Se complementaban al extremos y decidieron casarse para poder en un futuro compartir sus bienes materiales. Se amaban tanto que querían tener un hijo. Fue así como la “Bolsa de Valores” puso su cuerpo y tras nueve meses, parió de cola a su primer hijo: “El Consumismo”. “El Consumismo” fue creciendo desmedidamente ante el orgullo de su papi “Capitalismo” y de su mami “Bolsa de Valores”. Cuando el pobre “Consumismo” se aburría, su mami lo llevaba a jugar a la plaza donde conoció a sus dos mejores amigas: “La Industria Cultural Mediocre”, una nena malvada con cara de buena, y a la “Moda No Utilitaria”, que parecía buena pero era re careta. Así fue como el “Consumismo”, la “Moda No Utilitaria” y la “Industria Cultural Mediocre” se hicieron grandes amigos. Se la pasaban todo el día juntos, hasta iban a la escuela, donde conocieron a un nuevo compañerito: “El Pensamiento”, que se hacía el complicado, entonces el “Consumismo” y sus am