Nuestras miradas viven en perfecta alianza y comunión, más
allá de cualquier pasión afrodisíaca.
Con eso yo alcanzo la luz, alcanzo tu piel y tu sonrisa
perfecta, transparente y sincera.
La única verdad es que te amo y aunque no sea fácil decirlo
es la única confesión que me hace libre hoy y siempre.
La única verdad es que necesito reírme cuando presiento que
buscas cautivarme y te siento frágil. Me río con ganas cuando buscas
conquistarme, sin saber que te amo desde el día en que descubrí la tristeza en
esa energía llena de violetas y trinos.
Soy La Cautiva, soy Morella en un libro de Poe, soy Frida sin sufrir, soy Alfonsina sin su mar, sin la última llamada, soy el amor y los demonios, soy el tiempo ganado, soy todo lo que quieras que sea, porque quiero que seas feliz.
Soy la debilidad, la fortaleza que contiene tus ríos, tu risa perfecta, tus pensamientos desordenados, y así, vamos creciendo y vamos andando con el ritmo de una murga bien entrerriana que nos va marcando los pasos, los colores y los sabores que tiene este amor tan silenciado, tan profundo que hasta me genera ira por tener que esconderlo.
Yo Te amo y esa la verdad, mi verdad, la que te digo todos los días con la mirada en comunión.
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