Ir al contenido principal

Abrazame Fuerte





Estaba tan sola cuando desperté. Un poquito de luz nada más. Había dejado la cortina mal cerrada, yo no, él. Me dolía todo como si hubiese tenido sexo toda la noche, de hecho era así. Trate de mirar la hora, estaba desorientada, pero no veía nada.
Miré mi cuerpo, una vez, mil veces. Me dio asco, porque él no me amaba, o sí, pero en otro momento. Fuimos muy felices, nos amábamos y creíamos en mil cosas cursis, pero era todo así. Soñábamos, teníamos proyectos y nombres de hijos, la casa pintada de blanco. ¡Qué imbécil! ¡Qué triste!
Sentía la boca seca, la lengua pegada al paladar y los ojos hinchados, la boca también, siempre se me hincha la boca cuando lloro y me da risa eso, a vos también te daba risa y me decías que parecía una vedette. Qué hermoso que sos, cómo te amé, más que a nadie hasta ahora.
Lástima que me/ te/ nos fallaste tanto y no me cansaba de decirte: ¿Por qué me hiciste esto mi amor? ¿Por qué me hiciste esto?
Porque me dejaste solo, me decías, por eso, perdoname.
Me desperté y me dolía todo, como si hubiese tenido sexo toda la noche, pero no era así. Había un poco de luz y no quería verla.
Quiero estar a oscuras y sola, no quiero comer, no quiero verte tampoco, nunca más. De esto no se va a enterar nadie, no necesito la pena de nadie, sólo la tuya, así sentís culpa.
¿Por qué me hiciste esto mi amor? ¿Te acordás cuando nos prestábamos los angelitos de la guarda? Sí, te acordás, pero no llores, no me gusta verte llorar, además ya es tarde, es tarde para todo.
Cerrá la cortina, traeme agua, abrazame fuerte, lo necesito mucho. Callate! Sí, callate porque siempre discutimos y ya es tarde. Pero antes que te vayas contestame. ¿Por qué me hiciste esto mi amor?

Comentarios

  1. Que puedo decirte de este escrito.... es muy real, triste, profundo y toca en lo mas delicado y preciado que tenemos cada uno "el alma" porque para mi, el alma es lo mas transparente que tenemos y cuando amamos, escribimos, hablamos en fin vivimos desde el alma, nada ni nadie puede refutarnos nada porque no hay forma de hacerlo cuado lo mas puro esta expuesto.
    te quiero! tia Carla

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Carta en Espejo

Hace mucho que no hablamos y te noto rara, como cargada y con la risa contenida. Tu risa me hace reír a mi y a muchos y no se qué pasa últimamente. Te noto escasa en el sentimiento externo y será el alza en los precios que cuidás hasta la última sonrisa. Te noto miedosa y un poco lenta hasta en las bromas que estás tomando a mal… eso no te pasaba antes. Sé que extrañas mucho el amor y tal vez te sientas sola, pero no te preocupes… a mi también me pasa y empiezo a fantasear con mil cosas que no están muy cerca de la realidad. A veces me imagino encontrándome con vos en Plaza Italia y mirando artesanías que no vamos a comprar porque te dan alergia… a mi me pasa lo mismo. ¿Sabés qué siento últimamente? Aprovecho esta carta para contarte, pero cuando nos encontremos te voy a contar mejor… me pasa que veo una pareja abrazarse, rozarse las manos, besarse, mirarse y me emociono; es como que me dan ganas de llorar y no sé si es emoción real o es que me doy cuenta cuánto extraño que me pase alg

A PeSaR De ToDo

Ella cerró las puertas, corrió las cortinas y le sirvió el café. Le alcanzó su taza que luego rompería contra el suelo. Ya con las luces bajas y el calorcito en la panza se sentaron en el piso y se amaron. Él cerró los ojos y disfrutó de ella, de su suavidad para amar y del salvajismo de sus palabras. Ella abrió su alma, él cerró su boca. Ella quería abrirle el pensamiento, aspirarle el sentimiento y él susurraba: “De a poco…” Ella vió la muerte de cerca; le tuvo miedo; sintió un escalofrío en la nuca y cerró sus puños como desafiando a una pelea. Ella pensó en un mañana, en que tal vez no haya un mañana y necesitó decirle esas palabras… Él se sorprendió. Miró las ventanas, los puños de ella. Recorrió el piso con la mirada, ese piso donde había amado con suavidad. Ella temblaba. Él la tomó de las manos y le dijo: “Yo no…”

Mi PeCaDo NoCtuRnO

Empiezo por confesarte mi pecado, me río en tu cara de mi pecado, me río a tus espaldas de tu idiotez. Empiezo a acercarme despacio como un animal nocturno, a lamerte la lujuria. Me muevo como un gato en la noche para despertar tu lujuria. Finjo placer y disfruto el pecado. Despierta tu ira, te enferma tu ira que nace en mi cuello entre tus manos, en tus ojos enfermos de ira. Me inquieta la pasividad de tu gula que te funde en lo estático; en tu nulidad varonil, y eso genera mi ira, mi burla. Y ahí, engendrando basura en tu cama codicias mi cuerpo que se mueve lento, haciendo olas en tus sábanas. Codicias mi cuerpo como nadie, querés gobernar mi mente sabiendo que es imposible y eso me hace inalcanzable. y me muevo despacio para despertar tu pecado. Empiezo por pecar con vos, y con todos, para que envidies mi pecado y me desees aun más. Envidiame el pecado y envidiame la risa que me da verte ahí, inerte, asqueroso. Escupo tu soberbia que te hace único, sólo por eso. Lo esquivo y me acu